Queridos, son muchas las aventuras y experiencias pasadas todos estos días. Espero poder poneros al día lo antes posible.
Este día llenó de sentimientos bohemios mi argé.
Meter la palma de las manos en las sagradas aguas del lago Titikaka, dejar que se sequen al aire y sentir la suavidad de la piel al rozarse. Son sensaciones que hacen sentir al protagonista, pleno de la energía vital suficiente para seguir el resto del camino con una perpetua sonrisa.
Sonreirle al camino es sonreirle al destino. Él, me sigue deparando y agasajando con inigualables estampas.
Sigo rodando...
...y sigo encontrando en cada persona que encuentro una gesto amigable.
Me basta con un alzar la mano, con un deseo de buen viaje, con una leve conversación sobre el destino final, con una flor, con una desconocida ave... para sentirme en entera comunión con mi entorno. Formo parte de un solo ser.
Lleno de gratitud, me doy de bruces con la fiesta de aniversario de la fundación de la Comunidad Santiago Thiri.
Como siempre me han hecho sentirme uno más, un hermano más. Lo comparten todo, bailes, alegría, cerveza, comida y...
...hasta sus trajes de fiesta. Conocen al de enmedio?¿
Me despido de los nuevos integrantes de mi gran familia con un emotivo apretón de manos. Graciosamente me dicen adiós desde los enormes altavoces del escenario. Me conmueve.
Llego a Ilave, ciudad sin interés alguno. Las tripas me están empezando a jugar una mala pasada...
Al mal tiempo, buena cara.
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